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Yo era de los que renegaba de las bicis eléctricas. Hasta que probé una y entendí cuál es su verdadero valor

No es raro escuchar o leer a ciclistas ‘de toda la vida’ criticar a las bicicletas eléctricas y a sus usuarios. Sin embargo, que este tipo de producto está en auge es un hecho y existen varios argumentos muy sólidos a su favor.

Yo era de los que renegaba de las bicis eléctricas. Hasta que probé una y entendí cuál es su verdadero valor
La bicicleta eléctrica abre un nuevo mundo de posibilidades a muchos ciclistas. - Unsplash

9 min. lectura

Publicado: 12/01/2024 18:00

Bicicleta eléctrica, ¿sí o no? Desde que hace tres años las eBikes comenzaron a incrementar su presencia en el mercado gracias al auge de sus ventas, este debate se ha convertido en algo recurrente entre los aficionados al ciclismo -y los que no lo son tanto-.

No son pocos los ciclistas veteranos de esta fantástica práctica deportiva los que reniegan de las bicicletas eléctricas. Las razones principales son dos: el comportamiento dinámico es menos puro a consecuencia de la geometría y el peso, y lo de tener un motor que te ayude a pedalear es algo así como una traición a los valores del ciclismo.

A todos nos gusta llegar un poco más lejos o aguantar el ritmo de nuestros compañeros más preparados

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Admito que durante un tiempo pensé lo mismo. Tuve el privilegio de convertirme en aficionado al Mountain Bike en los años 90, durante el boom de esta disciplina a nivel competitivo de la mano de grandes nombres como John Tomac, Thomas Frischknecht, Juli Furtado o Anne-Caroline Chauson, por citar sólo algunos de los mitos de la época.

Además de animarme a competir en carreras regionales -sin mucho éxito-, fuí uno de los miles de aficionados que animaban a los Javier Notario, Nicolas Ruíz, José Antonio Hermida, Marga Fullana, Tommy Misser o David Vázquez pegarse con los grandes de la Copa del Mundo en la histórica cita de la Casa de Campo de 1994, así como en San Lorenzo de El Escorial, Manzanares el Real, Llinars del Vallés, Sierra Nevada y muchas otras.

¿A qué viene esto? Además de dejarme llevar por la nostalgia, no te voy a engañar, lo que quiero decir es que conocí el ciclismo de montaña que podría considerarse más puro. Y eso marca, para bien y para mal.

BH Xtep Carbon, una de las eléctricas más avanzadas de la marca española.

Las bicicletas eléctricas, un gran acierto de la industria

Muchos siguen pensando que las eBikes no son ciclismo de verdad, pues acaban con el espíritu de sacrificio y el sufrimiento inherente al ciclismo.

Es así, montar en bicicleta es duro y cualquiera que quiera iniciarse en este deporte debe asumir que sufrirá y disfrutará casi a partes iguales. Pero las bicicletas eléctricas han cambiado eso.

Sin entrar a valorar lo caras que son las bicicletas eléctricas, y por tanto inaccesibles para una buena parte de potenciales usuarios, la realidad es que el concepto de eBike me parece un grandísimo acierto por una razón principal: acerca el ciclismo a una enorme cantidad de personas que, de otro modo, no podrían montar en bicicleta.

Dos ciclistas descansan antes de reemprender la ruta con sus eBikes.

Montar en bicicleta ahora es una opción realista

Esto es algo que yo he vivido en primera persona. Ya te he contado que de joven fuí un ‘quemado’ del Mountain Bike. Sin embargo, con los años perdí por completo el contacto con la disciplina a consecuencia de las responsabilidades que van asociadas al inexorable hecho de cumplir años.

Empezar a trabajar, cambiar de residencia, montar una familia… el caso es que dejé de montar en bici y eso, unido a un trabajo sedentario como es el de redactor para medios de comunicación, hizo que perdiera la forma física.

Sin embargo, cuando en Motor.es tomamos la decisión de dar cobertura a las diferentes formas de Movilidad, surgió la oportunidad de realizar algunas pruebas de bicicletas eléctricas. Y allá que fuí.

Y la sorpresa ha sido muy positiva, principalmente por una razón: he podido volver a disfrutar del ciclismo sin verme lastrado por mi escasa forma física. No te creas, las maneras siguen ahí, esas no se pierden, pero las piernas, los pulmones y el corazón no acompañan.

Para eso está el motor eléctrico, que me ha permitido rememorar viejos tiempos y recuperar una actividad física que, de otro modo, ni me habría planteado. Y eso es extrapolable a muchas personas de todas las edades, pero sobre todo las más mayores que necesitan hacer ejercicio y hasta ahora no se habían atrevido con la bicicleta por razones obvias.

La bicicleta eléctrica permite afrontar actividades que, de otro modo, muchas personas no se atreverían a hacer. Imagen: Unsplash

El aficionado ciclista también puede beneficiarse de la eBike

Pero, si bien es evidente que las bicicletas eléctricas son un gran acierto para las personas menos familiarizadas con el ciclismo, no es menos cierto que también lo es para determinados grupos de aficionados más experimentados.

Y es que a todos nos gusta llegar un poco más lejos o aguantar el ritmo de nuestros compañeros más preparados. Con una bicicleta, los aficionados con menos capacidad pueden mantenerse en el grupo ‘de los buenos’ o ampliar sus rutas sin temor a coger una ‘pájara’ o recibir la visita del ‘tío del mazo’.

Eso, a nivel de aficionado, tiene un valor innegable que tiene mucha más importancia que tópicos de ‘cuñaos’ como que las bicis eléctricas son para vagos o que no son ciclistas de verdad.

La bicicleta eléctrica como exponente tecnológico

Uno de los principales inconvenientes de la bicicleta eléctrica es el peso y cómo el sistema de asistencia -motor y batería, principalmente- afecta a la geometría y, en consecuencia, a las sensaciones y el comportamiento dinámico.

Es cierto, una bicicleta eléctrica cuenta con al menos cinco kilogramos más de peso extra. Y eso es mucho decir. También es cierto que las diferencias son cada vez más reducidas gracias al excelente trabajo de los fabricantes.

De igual modo, las geometrías son cada vez más parecidas a las de las bicicletas mecánicas, mejorando más y más las sensaciones a bordo de las mismas. Adicionalmente, la tecnología asociada a las eBikes es sumamente atractiva y ha convertido a la industria en un claro exponente de ello.

Dale una oportunidad a la bici eléctrica

Concluyo esta reflexión pidiéndote a ti, que reniegas de las eBikes, que les des una oportunidad. Y no me refiero a que te compres una, no me entiendas mal, sino a que cambies un poco tu enfoque sobre ellas y quienes las utilizan.

Al fin y al cabo, la esencia de todo deporte, a nivel aficionado, debe ser la de convertise en una actividad multitudinaria que mejore la vida de cuantas más personas mejor. Y la eBike cumple ese requisito con brillantez.

Otro tema es que algunos ciclistas que las llevan sean irrespetuosos o inconscientes, sirviéndode del motor eléctrico para potenciar su estupidez. Podemos echarle la culpa a la bici eléctrica, pero sabes perfectamente que en realidad no es la responsable de ello.

Así pues, bicicleta eléctrica, ¿sí o no? En lo que a mí respecta, rotundamente sí.

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