Los camioneros serán los primeros en usar solo vehículos de cero emisiones en California

A partir de 2024, los camiones que se adquieran para su uso en puertos y estaciones ferroviarias de California deberán ser de cero emisiones, una medida para reducir la contaminación que también preocupa a los operadores.
Camiones en un estacionamiento
Allison Zaucha/Bloomberg/Getty Images.

En Estados Unidos, los productos que se venden online podrían experimentar, antes que los usuarios, el futuro del transporte mundial totalmente eléctrico.

Decenas de millones de toneladas de mercancías circulan por los puertos de California cada año, yendo en enormes camiones de un barco a otro y más allá. Solo por los puertos de Los Ángeles y Long Beach se mueve el 40% de las importaciones en contenedores del país, eslabones vitales de una cadena comercial global que conecta fábricas de todo el mundo con los hogares estadounidenses.

Sin embargo, una nueva norma aprobada el mes pasado por el regulador del aire de California exige cambios importantes en esa cadena de suministro, en nombre de la salvación del clima de la Tierra y de los pulmones de las personas que viven cerca de los puertos. Para 2035, todos los vehículos de transporte de mercancías de California (grandes camiones que transportan mercancías entre puertos, estaciones de ferrocarril y centros de distribución) deberán ser vehículos de cero emisiones. A partir del año que viene, cualquier empresa de transporte que adquiera un camión nuevo deberá comprar un modelo eléctrico alimentado por baterías o pilas de combustible de hidrógeno.

Los mandatos de los puertos californianos son solo un anticipo de lo que debe ocurrir en todo el país y en el mundo, dicen los defensores del medio ambiente, si los responsables políticos quieren enfrentarse seriamente a las amenazas del cambio climático. California tiene previsto prohibir la venta de autos de gasolina a los consumidores para 2035. El cambio de los camiones diésel a los eléctricos también ayudaría a limpiar el aire sucio que rodea los puertos y las estaciones de ferrocarril del estado, una buena noticia para las comunidades, en su mayoría de color, que trabajan y viven en esas zonas y que, como consecuencia, sufren tasas más elevadas de cáncer, cardiopatías y asma. En 2050, según estimaciones del gobierno de California, la normativa podría ayudar a evitar unas 5 mil 500 muertes relacionadas con el corazón y los pulmones.

La nueva norma de California, que forma parte de un conjunto de reglamentos estatales dirigidos al transporte de mercancías, promete acelerar un incipiente sector de camiones pesados eléctricos, poniendo el peso de la quinta economía más grande del mundo, y algunos de los reguladores medioambientales más creativos del planeta, detrás de las empresas que construyen camiones, baterías y estaciones de carga. Y trece estados se han comprometido a igualar o estudiar la posibilidad de replicar las políticas de California en materia de camiones limpios.

Algunos de los que están en primera línea del mandato de electrificación, entre ellos los propietarios de pequeñas empresas que transportan casi un tercio de las mercancías en contenedores de California, aseguran que la normativa ha ido demasiado deprisa: "Es la carreta antes que el caballo", compara Matt Schrap, director general de la Harbor Trucking Association, que representa a las empresas del sector del transporte de mercancías que trabajan en los puertos de la costa oeste.

Incluso con el generoso financiamiento estatal y federal y los créditos fiscales para los propietarios, que pueden reducir a la mitad el costo de los caros camiones impulsados por baterías o hidrógeno, los propietarios afirman que los vehículos suponen un esfuerzo financiero. Hay pocos lugares donde cargarlos o repostarlos.

"No soy un apasionado de los camiones diésel. No estoy casado con la idea de un motor de combustión interna", comenta David Gurrola Jr., un operador propietario que transporta sobre todo chatarra y papel reciclado entre el puerto de Long Beach y San Diego. "Solo necesito una oportunidad para que la tecnología se ponga a la altura de las necesidades de la gente", aclara.

En el primer semestre de 2022 solo había 87 camiones de transporte de cero emisiones en California, según los datos recopilados por el estado. Gurrola posee un camión diésel, un FreightLiner Cascadia de 2012. Es agradable pensar en un camión eléctrico, y Gurrola afirma que recientemente disfrutó probando uno en un evento. Pero tener uno se siente muy lejano. "Ahora mismo, el gasto en un camión no es rentable", opina.

Adaptarse a las nuevas normas de California podría requerir cambios importantes para Gurrola y otros, como cambiar de ruta para limitar la conducción por carretera con uso intensivo de baterías, encontrar espacio para instalar estaciones de carga y alquilar camiones en lugar de tenerlos en propiedad. Algunos pequeños transportistas californianos temen verse obligados a cerrar o trasladarse fuera del estado.

La Junta de Recursos Atmosféricos de California ha elegido el sector de Gurrola para estar a la vanguardia de la transición obligatoria a los vehículos eléctricos porque, desde el punto de vista medioambiental, es una fruta madura. Muchos de los más de 25 camiones pesados sin emisiones que se pueden comprar en Estados Unidos tienen una autonomía limitada, inferior a 320 km por carga. Pero los 33 mil camiones de transporte de mercancías del estado realizan trayectos mucho más cortos que otros transportistas: según datos del propio estado, el 80% de los camiones que visitan los puertos marítimos de California recorren distancias inferiores a 100 km. La mayoría regresan a los depósitos al final de cada turno, lo que les permite recargar electricidad.

Algunas empresas afectadas por las nuevas normas dicen estar soportándolo bien. Rudy Díaz lo admite sin problemas: ha tenido mucha suerte. Su empresa de transporte, Hight Logistics, tenía ya una década en 2021 cuando empezó a hablar con Forum Mobility, una empresa de servicios de transporte por carretera que construye infraestructuras de recarga eléctrica y alquila vehículos de cero emisiones a empresas de logística y transporte por carretera. Cuando los representantes de la empresa abrieron la caja de interruptores de su almacén, Díaz recuerda haber oído: "Encontramos oro".

Díaz tenía en su terreno alquilado una conexión lo bastante potente como para alimentar tres estaciones de carga, lo que significaba que no tenía que esperar meses o años a que la compañía eléctrica local añadiera nueva capacidad. Su casero no tuvo inconveniente en instalar las estaciones y accedió a prorrogar el contrato por 10 años más, lo que aseguró a Díaz que no era arriesgado invertir en mejoras.

Desde que firmó con Forum, Díaz ha cambiado la forma de hacer negocios de Hight. Antes trabajaba con conductores independientes, que en su mayoría conducían sus propios camiones diésel. Ahora, 35 empleados, más algunos contratistas, conducen cinco camiones de cero emisiones alquilados y mantenidos por Forum. La startup también se encarga del mantenimiento de los vehículos, un mundo nuevo e intimidante para los propietarios acostumbrados a los motores diésel, y de las solicitudes de Diaz para los programas de incentivos estatales y federales, que abaratan los precios de los camiones y de las centrales eléctricas que los cargan: "Eso, para mí, es lo más difícil como empresario", comenta.

Mucha empresas de transporte no son como Hight Logistics y no tienen instalaciones fácilmente acondicionadas con estaciones de carga. En la actualidad, California solo cuenta con un puñado de estaciones de carga públicas dedicadas a camiones medianos y pesados.

Forum, que alquila camiones a Hight, es una de las muchas empresas emergentes que se ofrecen a ayudar a las compañías de transporte a cumplir la inminente normativa de cero emisiones. La startup ha obtenido millones en financiamiento de la división de inversiones de la inmobiliaria CBRE y del Climate Pledge Fund de Amazon. Otras son WattEV y Zeem. Algunas han construido estaciones de recarga en puertos y estaciones ferroviarias; otras alquilan camiones a quienes no están familiarizados con los vehículos de cero emisiones o no pueden pagarlos directamente.

La flota de Hight Logistics incluye un semirremolque eléctrico de clase 8 del fabricante Kenworth y un cargador para mantenerlo con energía.

Cortesía de Adam Browning.

Las empresas emergentes y California tienen mucho trabajo por delante. La comisión estatal de energía ha calculado que necesitará 157 mil cargadores más dedicados a camiones medianos y pesados para 2030, un objetivo que requeriría construir más de 450 por semana. "El estado necesita instalar una cantidad bíblica de infraestructura", dice Adam Browning, vicepresidente ejecutivo de política de Forum. "Necesitamos un Proyecto Manhattan de carga".

California ha destinado 1,700 millones de dólares para infraestructura de carga de camiones medianos y pesados entre 2022 y 2026, y los empresarios pueden aprovechar los incentivos estatales y federales para compensar el precio de los camiones y la infraestructura de carga. Pero los expertos del sector afirman que los retos logísticos, como los largos tiempos de espera para ampliar la potencia a las nuevas estaciones de carga y la escasez de componentes de los cargadores, plantean grandes desafíos.

"Siempre hay problemas", afirma Salim Youssefzadeh, CEO de WattEV, que inauguró una estación de carga para 26 camiones en el puerto de Long Beach a principios de este mes.

La nueva normativa californiana concede a las empresas de transporte por carretera una prórroga de un año si pueden demostrar que el incumplimiento se debe a retrasos en la infraestructura de recarga o en la producción de vehículos, aunque los detalles de la excepción aún no se han concretado.

Daimler Truck, uno de los mayores fabricantes de camiones del mundo, aprovechó este mes una conferencia sobre transporte limpio para anunciar una empresa conjunta de 650 millones de dólares con la compañía de servicios públicos NextEra Energy Resources y la firma de inversiones BlackRock, dedicada a la construcción de infraestructuras de recarga para el transporte de mercancías. Pero en el mismo acto, el presidente y consejero delegado de Daimler Truck, John O'Leary, advirtió de que el sector podría no estar preparado para los retos de electrificación que se avecinan: "No podemos hacernos la ilusión de que la tecnología de emisiones cero para este sector está preparada para sustituir completamente al diésel hoy, o que lo estará el año que viene, o incluso dentro de cinco años", declaró.

Schrap, líder de la Harbor Trucking Association, afirma que sus miembros no están en contra de la electrificación, pero que el camino por recorrer se presenta lleno de baches: "No estamos diciendo que no podamos llegar hasta ahí", aclara. Las nuevas normas de California acabarán probablemente de una manera: "Un pleito", concluye.

Artículo originalmente publicado en WIRED.


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